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Es posible que una vez estabilizada la situación financiera tengamos la osadía de creer que todo va a seguir igual, con más paro y más déficit que se tendrá que ajustar, pero al fin y al cabo con la misma forma de gestionar intereses tanto generales como empresariales y familiares.


Desde luego, como dijo D. Quijote “cosas veredes amigo Sancho…”pero ¿hasta el extremo que todo lo ocurrido no sirva ni para aprender? Yo espero que no, lo cual al margen de las consecuencias, denota una falta de respeto monumental. Por ejemplo, no debe sobrar mucho de ello, ni a nivel global, cuando el pasado 16 de Junio se reunieron

los cada vez más importantes países BIRC, ni a nivel doméstico, cuando las medidas de apoyo a la economía real no son parte fundamental del Diálogo Social.

En este contexto de falta de respeto y pobre aprendizaje es muy difícil generar los necesarios ambientes de confianza. Desde luego, no es posible garantizar que se van a defender los intereses de todos, pero tampoco convencer de que eso es un objetivo de las agendas políticas y sociales. De ahí que para mi sean poco sorprendentes las negativas noticias que llegan de la marcha del Diálogo Social, a pesar de que están en la clásica, por reiterada y poco innovadora, negociación colectiva. Da la impresión que también los Agentes Sociales actúan como si todo fuera a seguir igual.

Desde luego, si a las primeras de cambio se atasca la negociación, ¿Cómo se va a poder entrar a negociar algo más importante como es el Cambio de Modelo de Gestión? y en ese contexto, ¿Cómo se va a negociar la flexibilidad de las estructuras y el desarrollo de otra cultura empresarial adaptada a los modelos emergentes?

Da la impresión que todos optan por aquello que dijo el fundador de la Compañia de Jesús “en tiempos de tribulación, no hacer mudanzas”, si bien también podía interpretarse como lo hace Iñigo Babot. Yo, partidario de institucionalizar los cambios, voy a pensar en lo último, pues con lo que está cayendo y va a caer, es una falta de consideración, no hacer mucho más por alimentar y generar ambientes de confianza y colaboración.

Prometo que en los próximos post empezaré a centrarme más en identificar oportunidades para las Pymes y Organizaciones, desde una perspectiva “microempresarial”, lo cual era el objetivo inicial del Blog. Sin embargo, desde mi particular perspectiva fronteriza, me resultaba imposible hacerlo sin antes introducir el contexto socieconómico donde se desenvuelven las empresas.

A pesar de lo que podemos observar, en mi opinión es una ilusión pensar que todo va a continuar igual. ¿Creéis que se puede dirigir y ser dirigidos como en tiempos de la revolución industrial? ¿Qué imagen refleja mejor vuestra empresa u organización, la primera o la segunda del gráfico anterior?

Desde luego, es evidente que todos sin excepción nos situamos en la segunda imagen y claro más, los que lean éste post pues forman parte de la Web 2.0 como concepto y planteamiento.

Ahora bien, seguramente sería diferente si nos ponemos a reflexionar y pensar en algunas de las características que definen esas imágenes. Os invito a hacerlo viendo seis ítems Y ahora por favor decidme ¿Creéis que vuestras empresas y organizaciones tienen que cambiar? ¿Cuál es el gap a superar?

Situaros entre 1 y 10 para cada uno de los seis ítems y decidme en la escala del gráfico anterior, donde percibís que se sitúa vuestra empresa u organización ¿Más cerca de una organización mecanicista – fordista o de una organización emergente?

Afortunadamente hoy ya nadie cuestiona el acceso a los mercados externos como una oportunidad e incluso ya son considerados una realidad ineludible que hay que afrontar: o nos internacionalizamos o nos internacionalizan.

Ahora bien, el problema es como hacerlo y la realidad nos dice que aún muchas Pymes lo hacen con actitud defensiva, obligadas por la caída del mercado interno, pero sin considerarla una verdadera oportunidad a explotar. Una cosa es haber avanzado hasta el extremo de no negar la visión internacional pero otra diferente es actuar para desarrollarla.

El resultado es que tanto las empresas como las organizaciones, aunque empiecen a vender fuera, mantienen los mismos comportamientos organizativos: no se plantean nuevos principios para crear una nueva visión, avanzan poco en nuevos conocimientos y se limitan a mejorar algo los procesos aunque, eso si, lo hacen según lo existente.

Sin duda, tienen grandes dificultades para desarrollar una verdadera actitud fronteriza: los mercados externos los ven sólo como una oportunidad para aumentar las ventas sin considerarlos una palanca formidable para cambiar las estructuras y la cultura de la organización.

Pocas empresas y organizaciones aprovechan esa oportunidad como instrumento para lanzar nuevos retos y dotar a las estructuras empresariales de diversidad, lo cual con toda seguridad les privará de crear organizaciones con mayor capacidad estratégica para conectar con el mercado global, al mismo tiempo que desperdiciarán recursos disponibles cercanos.

Por ejemplo, el año pasado un grupo de personas trabajamos el proyecto 3·IN que planteaba innovar en la integración de la inmigración a través de la internacionalización. Se desarrollaron unas buenas herramientas para hacer visibles las capacidades y competencias de los inmigrantes (lenguas, conocimiento de culturas y mercados externos) para trabajar en comercio internacional pero al final, como pasa con otros proyectos, lo más importante que es la implantación en el mundo real quedó por desarrollar.

En conclusión, la internacionalización es una oportunidad que pocos discuten por obvia, pero también son muchos los que no la explotan en profundidad.

¿No creéis que actualmente lo que sobran son instrumentos para vender en el exterior y falta cambiar comportamientos para poder aprovecharlos?

¿No creéis que es necesario considerar los mercados externos como verdaderos puntos de encuentro y de aprendizaje de culturas diferentes?

¿No creéis que ese es el reto de una plena internacionalización de las empresas y organizaciones?

Son principios claramente fronterizos que deben formar parte de la cultura empresarial y también social de nuestra sociedad. Por lo tanto, son una oportunidad a desarrollar para sacar provecho a la crisis aguda que padecemos.
La actitud fronteriza es una actitud 2.0 y esto no es tecnológico, aunque se apoye en una herramienta tecnológica como la WEB 2.0, que por otra parte le ha dado nombre. El planteamiento 2.0 tiene que ver con los valores y principios de transparencia, participación y colaboración o cooperación.
El hecho de que es una oportunidad lo confirma BARACK OBAMA, cuyo gobierno nos vuelve a sorprender gratamente al impulsarlos como principios del Gobierno Americano. Es una declaración no sólo pionera sino la referencia para un gobierno abierto, innovador, ilusionante y envidiable en contraste con la reciente visión pacata de Europa, trasladada en las elecciones europeas.
La posición europea de principios indefinidos contrasta con el liderazgo innovador que intenta desarrollar OBAMA basado en los citados tres principios: transparencia, participación y colaboración. Además frente a una visión global donde desarrollar esos principios, emerge una visión nacional de los problemas, lo cual es un contrasentido europeo evidente en el mundo actual.
En efecto, frente al mensaje de transparencia, visión nacional en Europa no exenta de intereses particulares; frente a la participación global participación en clave nacional y; frente a la colaboración la más cruda defensa de los intereses nacionales. Y como no podía ser de otra forma el resultado ha sido decepcionante: ante mensajes pobres participación pobre.
Por lo tanto, si las empresas y organizaciones quieren tener trabajadores motivados e implicados, tendrán que tomar esas referencias fronterizas y preguntarse ¿Es posible cambiar el Modelo Productivo sin implantar la Visión a la que hace referencia el Presidente americano?
Yo creo que no, ya comente que la I+D+i y la tecnología no es suficiente, lo cual cada vez es más evidente.
Desde luego, no me gusta nada ese panorama europeo, de ahí que la esperanza la tenga que poner en la vitalidad de la sociedad civil y los agentes sociales (organizaciones empresariales y sindicales).
En primer lugar deseando que sean clarividentes para colaborar con otras organizaciones sociales y pactar con el Gobierno un acuerdo en defensa de la economía real y, en segundo lugar, esperando que empiecen a practicar la gestión fronteriza para cambiar las estructuras organizativas e introducir flexibilidad. Y tenemos que reconocer que la visión de referencia la aporta el lejano OBAMA.
Como dicen los manuales de sentido común, lo primero que tenemos que hacer para resolver un problema es reconocer su existencia pero sobre todo saber donde esta el origen para atajar sus causas profundas.

En este sentido, me resultó interesante escuchar, una charla de un viejo amigo, Juan Angel Torregrosa, el cual, achacó la crisis al desmesurado crecimiento de la economía financiera, hasta el punto que, como se puede observar en el gráfico, su tamaño no tiene nada que ver con la economía real por exagerada

Ante este gran desequilibrio de productos derivados, cuyo proceso ha sido explicado con gran éxito por Leopoldo Abadía (La Crisis Ninja) y que se puede constatar en el gráfico, la actuación no ha podido ser otra, es decir priorizar los aspectos financieros por estar en el origen directo de los problemas, máxime cuando eso iba acompañado de sobrevaloración de activos y un endeudamiento insostenible.

Ahora bien, una vez se estabilice el sistema ¿Quién pagará los platos rotos?, no voy a entrar en ello, pues desborda mis objetivos, aunque desde luego tiene gran trascendencia para nuestros hijos.

Aquí, siguiendo esa exposición vamos a preguntarnos ¿Qué va a pasar en los próximos meses con la economía real? ¿Cómo afectará a las empresas y sus trabajadores?

En primer lugar, tendremos que hacer frente al endeudamiento, las entidades financieras pero también las familias y empresas, especialmente las de construcción (en 2008 casi la mitad de los créditos vivos estaban relacionados con la construcción). El último acto es el Plan financiero que esta ultimando el Gobierno con una dotación que dicen de cien mil millones de euros.

Esto provocará y está provocando una caída del consumo, aumento del desempleo, de la morosidad y la necesidad de volcarse en el mercado internacional, tal como sugiere la evolución de la demanda que se observa en el gráfico.

Por ello no es casualidad que aquellas empresas con mercados más diversificados, es decir que venden en el exterior estén soportando mejor la crisis y las que hasta el momento no lo hacían busquen en el exterior la solución a sus problemas.

Espero y deseo que en la SEGUNDA PARTE DE LA CRISIS se prime la actividad productiva y la economía real. Ojalá se empiece a focalizar recursos y esfuerzos en la economía real, significaría que empieza a cambiarse el modelo especulativo y que los que han provocado la crisis no consiguen que la segunda parte del ajuste se centre, fundamentalmente, en incrementar sus márgenes (Euribor bajo mínimos y diferenciales hacia arriba) y reducir su endeudamiento.

Ahora bien, creo que eso sólo será posible si los Agentes Sociales (Organizaciones Empresariales, Organizaciones Sindicales y otras organizaciones de carácter socieconómico) son capaces de negociar con actitudes fronterizas, un primer paso para que se pueda avanzar en un nuevo modelo de gestión, con más flexibilidad y cooperación
Recuerdo a Julio Pitlick un viejo amigo y excelente y fronterizo formador israelí que el pasado mes de Marzo estuvo en Navarra para hablar de “Aprendiendo de la Crisis Global” y que fue quien me paso la imagen que da título al post.

 
Por otra parte, a mediados de Mayo se celebró WOKA Euskadi un evento participativo con utilización de numerosas herramientas virtuales junto con actos presenciales que tenía como objetivo generar participación para debatir en torno a la crisis.

 
No sé aun cuales han sido los resultados de ese experimento participativo, ahora bien, sí quisiera aprovechando ese evento, trasladar algunas ideas a nuestra Comunidad.

 
Posiblemente si hiciéramos un análisis comparativo entre la estructura empresarial de Euskadi y Valencia, nos encontraríamos con grandes diferencias, pues mientras allí predominan las empresas industriales de una dimensión relativamente grande, aquí, con sobresalientes excepciones prevalecen las de dimensiones más reducidas.

 
A pesar de ello, no sé si por influencia del Grupo Cooperativo Mondragón, la cultura de la cooperación, está no solamente presente, sino que forma parte de un modelo que tratan de desarrollar. Son ejemplos muy interesantes de ese modelo el impulsado por Koldo Saratxaga en Irizar, también ULMA, Maier y la propia Universidad de Mondragón, así como consultores como Alfonso Vazquez.

 
Tendremos tiempo de analizar algunas de las características innovadoras de ese Modelo de Gestión, que tampoco ha resuelto el papel que deben jugar las organizaciones sindicales para implicarse en poner a los trabajadores / personas en el centro de la organización, pero sí referirse a aquello que dan por obvio, la necesidad de cooperar para poder competir en el mercado global actual.
La cooperación, precisamente por la reducida dimensión de la empresa valenciana, es una de las recurrentes carencias de nuestro modelo empresarial. Nuestras sectores atraviesan por grandes dificultades, incluso uno tan potente e internacionalizado como el cerámico (vende más del 60% de la producción en el exterior) atraviesa por dificultades importantes, a veces por falta de dimensión (siendo el que tiene las empresas más grandes).

Por ello, me gustaría, ahora que se habla tanto de cambiar de Modelo, insistir en dos cuestiones. Por un lado, quizá es el momento de tomar alguna iniciativa como la de Woka Euskadi, aunque sólo sea para motivar y facilitar la implicación del mundo empresarial y social. Sin información no hay participación y sin ésta es imposible buscar colaboración.

 
Por otro lado, insistir en potenciar la cultura de la cooperación tanto intra como inter – empresarial. La primera empezando por avanzar en el diálogo social para a continuación trasladar esa cooperación a las estructuras organizativas. La segunda para desarrollar una visión estratégica internacional.

 
Ah! ¿Por donde empezamos? Quizá haciendo que la cooperación sea un criterio importante para acceder a recursos financieros externos (préstamos, ayudas, subvenciones, etc.) tanto para las empresas como para las organizaciones.

 
Aunque creo que esa solución ya se está produciendo, cuando se observan procesos de concentración empresarial. Sin embargo, esa estrategia es insuficiente: por un lado, no hay recursos suficientes y, la más importante, no genera cultura de encuentro, de lo diferente y de aprendizaje de la cooperación, tan necesaria para conseguir flexibilidad organizativa en la gestión.

 
En definitiva, Desde la Frontera una de las soluciones es desarrollar actitudes fronterizas para cambiar el modelo de gestión e introducir flexibilidad.