El reto, como posiblemente diría A. Eizaguirre es lograr el control (desarrollo) compartido: entre jefe y subordinado, profesor y estudiante, ciudadanos y políticos, entre los miembros del equipo… y mucho más en una sociedad democrática donde, de forma natural debería imponerse una gestión participativa.
Es una cuestión de tiempo y de confianza, como posiblemente diría mi amigo Julio Pitlick, lo que significa traer el futuro a la gestión del presente, abandonando el “cortoplacismo” de una gestión que sólo se mueve por el beneficio inmediato, incapaz de gestionar el futuro por no poder generar Confianza. Estamos preparando entusiasmados un Taller muy novedoso que va a ayudar a las organizaciones a generar confianza para poder trabajar “con futuro”.
Sin embargo, como la crisis, que tiene el peligro de recaer, la “nueva” gestión también tiene el peligro de volver a caer (si algún día lo abandonó) en el beneficio rápido, abandonando la búsqueda de una gestión sostenible y equilibrada que obligatoriamente tiene que ser compartida en una ambiente de confianza.
El otro día, me decía un amigo que trabaja en una entidad financiera de las “triunfadoras”, que otra vez los “jefes” vuelven a pensar en las hipotecas como una forma de rentabilizar la gestión (así que las pymes lo tienen difícil para financiarse: ¿que puede hacer el B. de España?). Otro ejemplo lo estamos viviendo desde hace tiempo en la gestión de la sanidad pública, ahora más visible en la sanidad pública madrileña, por la resistencia del movimiento de los llamados “batas blancas”.
Si una gestión sostenible es deseable e incluso ineludible en un mundo limitado, también lo es o va unida a una sociedad democrática. Y caminar en esa dirección sólo es posible con organizaciones que se apoyen en procesos participativos de gestión. Por eso cuando todos
nos llenamos la boca de democracia (participación) llama la atención las dificultades que tiene la gestión participativa para avanzar, como lo pone de manifiesto el análisis de Ignacio Muro.
Ahora bien, los profesionales y trabajadores madrileños que ven natural que cuenten con ellos en la gestión, no tienen muchas referencias prácticas de gestión participativa ni en el entorno de los servicios públicos ni en sus propias organizaciones, donde naturalmente debían estar presentes esas prácticas y no es así (se aprende haciendo y esto depende de los propios sindicatos donde se organizan).
En el ámbito de las empresas privadas, algunos han decidido “buscar los planetas de forma diferente” a través de una gestión participativa, por eso no tiene sentido que esto no se produzca con naturalidad en las empresas públicas.
Me gusta el concepto de gestión participativa que se recoge en la publicación “Siete experiencias de participación” que recomendé como lectura para el verano y publicada por la Diputación de Vizcaya.
En definitiva, la participación es una buena forma de hacer y el reto, como hemos señalado, es avanzar en generar espacios de confianza y en procesos de gestión participativa tanto en la empresa pública como en la privada, lo que significa compartir no sólo los sacrificios sino también el control o mejor llamado desarrollo, pues las organizaciones deben pasar del “Control al Desarrollo”
El próximo año en el universo empresarial hay dos astros que van a brillar sobre todos los demás: la COLABORACIÓN para gestionar la escasez y la INTERNACIONALIZACION para crecer. Son los que van a marcar el camino de la buena suerte, los directivos que sepan liderar a sus empresas para permanecer bajo su influencia serán las más recompensados por el éxito. Como dijo el Consejero Delegado de Porcelanosa, José Vicente Roca, en una jornada sobre reindustralización: “estamos en época de crecimiento no de rentabilidad” y esto pasa por conquistar mercados en el exterior.
Si tu empresa ha decidido trabajar en 2013 con esos dos objetivos te felicito, va a ser vuestro año de la buena suerte, porque tendréis la influencia positiva de los dos astros comentados.
Poco a poco irás comprendiendo que es necesario transitar desde una gestión de la abundancia “material” (de créditos, consumo, subvenciones, construcción de viviendas e infraestructuras, coches, etc.) hacia una de la gestión de la escasez. De ese modo orbitaras por un modelo de gestión diferente para entrar en la nueva era, como dice J. Cabrera o como introduce Amalio Rey al hablar de complementadores y no sólo de competidores.
Sin gran esfuerzo, en estos momentos me acuerdo y puedo citar varios ejemplos de empresas que durante 2012 han iniciado procesos de colaboración.
- En dos casos, el acuerdo ha empezado por compartir instalaciones, maquinaria e intercambios comerciales para reducir gastos, incluso siendo en uno de los casos anteriormente competencia.
- En otra ocasión el acuerdo se ha producido con un cliente de un país emergente, pasando a colaborar como socios, donde uno pone el saber hacer y otro el conocimiento profundo del mercado de destino.
- El tercer caso, ha sido habitual en los últimos años, pero con la diferencia de que en esta ocasión (quizá conozco varios casos de consorcios para obtener subvenciones), las cuatro empresas han creado un Consorcio con estrategias reales de colaboración para abordar los mercados exteriores
- Un cuarto caso, es el de una empresa pequeña muy innovadora en producto que ha empezado a colaborar con una empresa mucho más grande, con potentes instalaciones infrautilizadas y algo estancada en innovación de producto.
- También es interesante comentar el caso de varios clientes que tienen externalizado con INDOR los departamentos de comercio exterior o internacionalización. El caso más reciente es Macana Fish.
Por último, en estos momentos trabajamos un proyecto de comercialización de aceite de oliva de excelente calidad con una pequeña almazara. Ha pasado de una orientación al producto, a seguir dándole importancia, pero incorporando una clara visión comercial donde es imprescindible la colaboración. En efecto, tiene una producción de apenas 30.000 litros lo cual es insuficiente para abordar con éxito de rentabilidad el mercado exterior. Por eso estamos buscando almazaras de pequeño tamaño con aceite de gran calidad para incorporarlas a este proyecto de comercialización conjunta en mercados exteriores. Si te interesa o conoces alguna almazara interesada te puedes poner en contacto con Mercedes Herranz.
El segundo astro, esta muy alineado con el primero, orbíta en la constelación de la GLOBALIZACIÓN e INTERNACIONALIZACIÓN de Pymes. En él abundan aquellas empresas que piensan globalmente y actúan localmente para buscar una diferenciación que les permita desarrollar una ventaja competitiva sostenible en el mercado
exterior.
Es posible que la palabra internacionalización sea una de las más utilizadas y oídas en el contexto económico actual. El sentido común nos dice que la salvación de las empresas españolas esta fuera de España, que nos
internacionalizamos o nos internacionalizan.
Por eso no sorprende la Declaración que se adjunta a continuación de las “Asociaciones Industriales Españolas para el apoyo de la Internacionalización” y tampoco que una empresa española tan importante como Grifols por medio de su Presidente haya declarado ayer que no invertirá más en España mientras no cambie la situación y desde luego su gran éxito fue internacionalizarse en 1987
Pero la buena noticia es que la internacionalización esta hoy al alcance de la Pyme tanto por la posibilidad de acceder a servicios de externalización de departamentos de comercio exterior como por la decidida apuesta que las Pymes están haciendo para abordar los mercados exteriores
Recuerdo que a mediados de los ochenta, ante la gravedad de la situación, los trabajadores y cuadros directivos con el apoyo de las organizaciones sociales (jóvenes y recién creadas) fuimos capaces de crear espacios de colaboración para salvar empresas en crisis, es decir para mantener empleo y capacidades productivas.
No existen formulas mágicas, pero si estamos ante una emergencia ¿Cómo es posible que la ley concursal no sirva para evitar la destrucción masiva de capacidades productivas? ¿Cómo es posible que no se intente evitar la sangría? ¿Cómo es posible que los responsables de empleo no tomen iniciativas en este sentido? cuando tan caro es crear capacidades.

Es el momento, ante la gravedad de la situación, de retomar la iniciativa por parte de los líderes más conscientes del cambio que se esta produciendo. Hay que recuperar ese espíritu colaborador y activo de mediados de los ochenta, utilizando las potentes herramientas de la Web 2.0 o colaborativa, para facilitar la colaboración de todos los stakeholders, además con visión internacional del mercado. Sin ese ejercicio de liderazgo no es posible actuar con agilidad en los procesos de crisis empresariales.
Quizá un problema, esta donde en los ochenta se encontró la solución. Es decir, en las organizaciones surgidas en aquella época y ahora, con excepciones individuales, cargadas de burocracia, con falta de liderazgo innovador y por la misma razón con falta de suficiente impulso para saltar barreras y poner en marcha proyectos colectivos que se salgan de la norma.
El otro día un pequeño equipo de profesionales que compartimos esta visión y preocupación, empezamos a trabajar un proyecto que conociendo lo que se hizo en los ochenta para evitar dar saltos en el vacío, plantea un MODELO DE INTERVENCIÓN, adaptado a los nuevos tiempos y por lo tanto con un planteamiento más global e internacional.
El punto de partida del Modelo es disponer de una buena información tanto del contexto local donde surge el peligro de destrucción de empleo como de la empresa que entra en crisis. Siendo un objetivo específico fundamental identificar, coordinar y rentabilizar los recursos disponibles (muchos subutilizados).
La clave de la intervención es la rapidez basada en la creación de un espacio de colaboración con tres pilares de apoyo: creación de un equipo complementario con la presencia de los interlocutores sociales, una metodología o guía para solucionar el problema y un profesional externo para aplicar esa guía estableciendo prioridades.
En definitiva, la iniciativa parte de la necesidad de utilizar más eficientemente los recursos disponibles, evitando su destrucción y subutilización. Queremos poner a disposición de los actores sociales capacidades técnicas que ayuden a trabajar en la economía real, evitando la destrucción de empleo y capacidades productivas. Hay que recuperar el espíritu de la transición, donde ciertos líderes sociales, ante la gravedad del desempleo, aceptaron impulsar alternativas que evitaran la destrucción de empresas y capacidades.